El puente, conocido como
Ponte Vella o Puente Mayor, fue construido en el siglo I d. C o principios del
II. dentro de un ramal de la vía XVIII o Vía Nova que unía las ciudades de
Bracara Augusta (Braga) y Asturica
Augusta (Astorga). Por encima de sus arcos pasó el oro que los romanos
explotaron en la mina de Barbantes, a pocos Kilómetros de Ourense.
Los
historiadores no se ponen de acuerdo sobre la época de construcción, que si con
Augusto o con Trajano. Personalmente quiero pensar que sucedió en tiempos del
segundo, ya que Marco Ulpio Trajano se convirtió en el primer emperador de
origen no itálico del Imperio romano. Era de la ciudad de Itálica, a escasos kilómetros de Hispalis (Sevilla). Vamos, que
era hispano, y por lo que se dice, predicaba con el ejemplo. Quien sabe, a lo
mejor el puente romano de Ourense fue obra de algún discípulo de Apolodoro de
Damasco, uno de los más grandes arquitectos de Roma y de todos los tiempos,
autor entre otros del Puente de Trajano sobre el Danubio (entre Rumania y
Serbia) que con 1.135 metros de largo, durante más de mil años fue el puente
más largo nunca construido. Por desgracia hoy en día solo quedan dos pilares,
pues fue dinamitado a principios del XX para no obstruir la navegación por el Danubio (hay que ser animal).
Volviendo al de Ourense, que
al menos está en pie, aunque de romano queda poco, precisamente lo más significativo es que a lo largo de la
historia fue reconstruido en numerosas ocasiones, a veces con el dinero de los
vecinos, tal como se recoge en diversos testamentos de ourensanos que dejan
dinero para la casi eterna obra del puente. Destacar que entre los siglos XVI y
XIX, contó con torres y puertas que impedían el paso de los apestados y
aseguraban el cobro de impuestos a viajeros y mercancías.
La primera reconstrucción
conocida (1228-1229) fue patrocinada por el obispo Don Lorenzo con el apoyo del
rey Fernando III, para el paso de los peregrinos que venían
haciendo el Camino de Santiago por la Vía de la Plata, en dirección a Santiago
de Compostela. De esta época pertenecen los elementos góticos que todavía
conserva. En el siglo XVII la reforma fue dirigida por Melchor de Velasco, dando al
puente su aspecto actual, con el tajamar y el arco mayor, de indiscutiblemente
aire medieval. En el siglo XIX se suprimieron la torre y dos
arcos en la zona sur, por ocasionar demasiados accidentes de carruajes.
En definitiva, se conservan
7 arcos de los 11 primitivos. En el primero de la margen izquierda aún se puede
apreciar la construcción romana, además de algunos sillares
almohadillados de las bases. Mide 370
metros de largo, con un arco central de 43 metros de ancho por 39 de alto,
clasificado como el mayor de todo el Imperio Romano. La torre que aparece
representada en el escudo de la ciudad se demolió en 1839 con otra gemela de
época carlista.
Fue declarado monumento histórico en 1961 y
hoy en día, tras su peatonalización en 1989 es uno de los tres símbolos
principales de la ciudad junto con Las Burgas y la Catedral de San Martín.
Y es un símbolo, porqué durante
muchos siglos (en 1918 se inauguró el segundo puente de la ciudad), fue testigo
mudo de la historia de Ourense, siendo el principal medio para atravesar el
demasiadas veces tormentoso Miño. También el río se cruzaba por un vado a escasos
metros hacia el este por el que en verano, aprovechando la escasa profundidad
de las aguas, transitaban personas, ganado y mercancías. Y en barcas de gran
tamaño; una amarraba en Porto Vello,
cerca de la desembocadura del Loña, y la otra, la barca da Ponte, en el Porto
Auriense, entre el Puente romano y la capilla de los Remedios. Por
cualquiera de ellas, había que pagar impuestos al obispo o al Cabildo, que
muchas veces servían para sufragar las reparaciones del Puente romano.
Y es que, como dice el
cancionero popular gallego:
“Do outro lado do río, o meu pai ten un palleiro; cada vez que vai alí, ten que paga-lo Barqueiro”
Os dejo más fotos aquí.
Ver Puente Romano de Ourense en un mapa más grande
ayyyy no se si esto alguien lo lee, y no se si se podrá llegar a publicar para que el autor sepa que ha hecho un trabajo encantador, contando la historia del puente en forma tan amena. Estoy presentando un relato de mi viaje a Ourense y por eso llegué a esta página. Los felicito !!!
ResponderEliminar¡Qué pena que algún día no se animasen a reconstruir al menos una de las torres. Hoy muchos monumentos son rehabilitados tal y como eran en tiempos antiguos.
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